Dejando a un lado los escenarios extremos, nuestra felicidad está determinada principalmente por lo que elegimos enfocar y cómo decidimos interpretar los eventos externos. Si nos enfocamos en algo que nos molesta o nos frustra, alimentaremos esta emoción y subconscientemente buscaremos otros factores desencadenantes que nos harán sentir aún más enojados e incluso más frustrados. La forma más rápida de romper este ciclo de negatividad es dirigir sus pensamientos a otro lugar y hacer que su mente busque una lección positiva en cada situación.
"El problema no es el problema, sino cuál es la actitud que elegimos tener frente a ellos."
Cuando aceptamos las emociones (miedo, tristeza o ansiedad) como algo natural, somos más propensos a superarlas. Rechazar nuestras emociones, positivas o negativas, conduce a la frustración y la infelicidad. No intentes negar o huir de ellas. Esperar ser feliz todo el tiempo es poco realista y, en última instancia, imposible. Ben-Shahar también está convencido de que hacerlo sólo conducirá a la desilusión y a una mayor infelicidad.
Ya sea en el trabajo o en casa, el objetivo es hacer actividades que son personalmente significativas y que a la vez disfrutemos. “Alcanzar una felicidad duradera requiere que disfrutemos el viaje en nuestro camino hacia un destino que consideramos valioso. La felicidad, por lo tanto, no se trata de llegar a la cima de la montaña, ni se trata de escalar sin rumbo alrededor de la montaña: la felicidad es la experiencia del camino hacia la cima".
No depende de nuestro status o el estado de nuestra cuenta bancaria. Nuestro nivel de bienestar está determinado por lo que elegimos para centrarnos en (lo lleno o lo vacío del vaso) y por nuestra interpretación de los acontecimientos externos. Por ejemplo, ¿vemos el fracaso como catastrófico, o lo vemos como una oportunidad de aprendizaje?
No serás feliz si haces algo o tienes algo, porque la felicidad no es el estado final. Es algo en lo que tenemos que trabajar continuamente durante el tiempo que vivimos. Ben-Shahar está convencido de que podemos ser más felices cada día, en lugar de poner nuestra felicidad en manos de otras personas o buscarla en eventos externos y cosas materiales. La felicidad está dentro de ti.
¿Existe tal cosa como un ritual de felicidad? El profesor de la Universidad de Harvard cree que sí. Para él es llevar un diario de gratitud y enumerar cinco cosas de las que se siente agradecido antes de acostarse. Es posible que tu ritual de felicidad no requiera llevar un diario. Tal vez te encanta dar un paseo caminando, cantar en la ducha, tomar tu primer café contemplando la naturaleza o meditar durante 10 minutos. Hazlo todos los días y préstale toda tu atención mientras lo haces.
Estamos, por lo general, demasiado ocupados tratando de hacer más y más actividades en cada vez menos tiempo. Cantidad influye en la calidad, y comprometemos nuestra felicidad tratando de hacer demasiado. Simplifícate y haz una cosa a la vez. Aprende a decir que no!
Lo que hacemos - o no hacemos - con nuestro cuerpo influye en nuestra mente. El ejercicio regular, dormir lo suficiente y los hábitos de alimentación saludables conducen a tener una buena salud física y mental. Trabaja tu mente, haz actividades que te ayuden a calmarla de pensamientos, juicios y preocupaciones.
Mirando hacia atrás en tu vida, ¿qué consejo le darías a tu yo más joven? ¿Cuál es la lección más importante de todas? ¿Qué cosas triviales, negativas y superficiales no valen su tiempo y esfuerzo? Cuando miras tu vida cotidiana desde esta perspectiva, muchas cosas encajan.
A menudo damos por sentado lo que tenemos en nuestras vidas. Respirar es todo lo que necesitamos. Aprende a apreciar y saborear las cosas maravillosas en la vida, desde las personas, la comida, la naturaleza… hasta una sonrisa.
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